El Grupo Algeposa, al que la mayoría de los guipuzcoanos relaciona solo con la actividad naval, cuenta con una potente división ferroviaria que acaba de reforzar con la puesta en marcha de una nueva plataforma intermodal en Irun. En ella se trasvasan mercancías tren-tren o tren-camión con origen y destino en cualquier lugar de Europa. Además, la actividad está conectada con el puerto.
Algeposa concentró en 2009 su actividad ferroviaria en la compañía Railsider, un operador logístico en sociedad con Renfe Mercancías, pero con mayoría accionarial -51% frente al 49%- de la guipuzcoana. Railsider dispone de instalaciones tanto en el corredor Mediterráneo (Portbou, Perpignan, Barcelona…) como en el Atlántico. Es en este último, en Irun, sede social de la firma, donde ha dado un paso adelante ampliando su actividad al movimiento de mercancías de gran consumo (alimentación, bebidas…), sin dejar por ello de atender su negocio histórico, el trasiego de productos siderúrgicos.
La potenciación de su rama ferroviaria ha conllevado el derribo de dos pabellones en desuso de una antigua fábrica de vagones en el barrio de Ventas. En su lugar se ha habilitado una plataforma intermodal bajo cubierta que consta de muelles para camiones y vías mixtas (ancho ibérico y europeo) que permite recepcionar la llegada de ferrocarriles de cualquier punto del continente. La inversión ha sido de 4 millones de euros.
Railsider mueve en el Estado 3,5 millones de toneladas anuales, de las que entre 1,5 y 2 corresponden a Irun. Un volumen considerable si tenemos en cuenta que el puerto de Pasaia se sitúa en torno a los 3,5 millones. En la localidad fronteriza se gestionan más de 18.000 vagones al año, el equivalente a 42.000 camiones. La compañía lidera el sector en España, pero esta cómoda posición no ha sido óbice para buscar objetivos más ambiciosos.
Enrique Tros de Ilarduya, director general de Railsider Atlántico, explica que la inversión en la nueva intermodal obedece a dos factores. «Se ha registrado un incremento en la demanda de los flujos ferroviarios ya existentes y, además, vimos la necesidad de disponer de unas instalaciones adecuadas a la estrategia de diversificación de la compañía».
Esta diversificación conlleva mover mercancías distintas a los productos siderúrgicos, de los que Railsider es el principal operador estatal. La totalidad de las acerías vascas utiliza sus servicios hacia y desde Europa. En la actualidad, en la intermodal la siderurgia supone el 60% de la actividad, pero a finales de año se reducirá al 35%, mientras que las nuevas mercancías, como el papel y sus derivados, pladur, alimentación y bebidas, entre otros productos, supondrán el 65%. Este cambio no quiere decir que la siderurgia pierda importancia. De hecho, se espera un incremento en el movimiento de estos productos en el resto de instalaciones del grupo.
Evolución del mercado
El consejero delegado de Railsider, Daniel Iceta, añade que la apuesta por ampliar el tipo de mercancías tratadas ha sido el resultado lógico de la evolución del mercado. «Desde hace cuatro años veníamos haciendo pinitos con otros productos, pero nuestros clientes nos pedían instalaciones específicas para esta actividad. Por tanto, si queríamos crecer teníamos que dar este paso».
La apuesta está dando resultados óptimos antes de lo previsto. Railsider ha firmado un contrato para atender seis trenes semanales con origen y destino en Alemania. Se espera que este flujo registre un incremento del 30% para finales de este año, lo que supondría ocho convoyes a la semana.
Iceta explica que la plataforma de Irun está preparada para dar servicio a expediciones multiproducto, un sistema de transporte no existente en el Estado. «En España, los trenes se cargan con un solo tipo de mercancía. Por ejemplo, un convoy de bobinas que va de aquí a Madrid. En Europa, los trenes son mixtos, puede llevar dos vagones con bebidas, tres con alambrón, cinco con maquinaria… Ellos lo pueden hacer porque los convoyes transportan hasta 1.200 toneladas y en España el máximo son 600».
Railsider factura en el conjunto de España 80 millones de euros (70% procedente de tráficos internacionales intracomunitarios), de los que 35 corresponden a Irun. La puesta en marcha de la plataforma intermodal de la localidad fronteriza incrementará la facturación en Irun un 12%, en torno a 4 millones de euros anuales. Por lo que respecta al personal, la plantilla en el Estado asciende a 125 empleados, de los que 60 trabajan en Irun. La nueva plataforma requerirá contratar seis operarios.
Las cifras inducen al optimismo y consolidarán a la compañía guipuzcoana como la única que ofrece este tipo de servicio en España. Así lo asegura Tros de Ilarduya. «Aquí tenemos la suerte de que en la frontera coinciden el ferrocarril y las carreteras. Esto no ocurre en Cataluña. Allí los trenes desembocan en Portbou y la carretera en la Junquera. Railsider es la única compañía con vías mixtas tanto en el eje Atlántico como en el Mediterráneo. Sí hay intermodales para contenedores, como la de Adif, en Ficoba».
A este liderato contribuye de manera esencial la «capilaridad» de una compañía que dispone de instalaciones en todo el Estado, incluidos los principales puertos, y de acuerdos con las principales redes logísticas europeas.
Consolidación
De momento, Railsider no se plantea nuevas inversiones en Irun. «Tenemos que consolidar la intermodal. Vamos a ir paso a paso», señala el consejero delegado. No obstante, la compañía dispone de espacio para seguir creciendo en una campa cercana calificada como suelo urbanizable. «No vamos a utilizarla al menos en cuatro o cinco años», remata Iceta, quien añade que las inversiones no se centran solo en las intermodales. «También gastamos dinero en instalaciones no fijas. Por ejemplo, disponemos de un parque de 500 vagones que circulan por toda la península, lo que nos convierte en el principal propietario privado de este material rodante. Iremos comprando más a medida que el mercado lo demande. Si invertimos en terminales para productos de gran consumo, los vagones tienen que ser acordes a las nuevas demandas».
El consejero delegado explica que la compañía, como operador logístico, ofrece un servicio puerta a puerta en el que solo subcontrata las locomotoras, en el caso de España con Renfe Mercancías. Por su parte, el director general de Railsider en Irun subraya que el «éxito en este negocio lo marca el mercado. Los clientes exigen soluciones competitivas y estas pasan por disponer de terminales adecuadas y entregar los productos en la puerta del destinatario».
Los directivos miran con optimismo el futuro de la compañía, máxime cuando se ha dejado atrás una crisis que ha servido para «reinventarnos». Iceta señala que la crisis provocó un descenso en el movimiento de mercancías «en paralelo a la bajada del consumo. Sin embargo, tuvo su parte positiva. Las empresas vascas se lanzaron a la exportación y nosotros fuimos un elemento esencial para la conquista de esos mercados».